Durante
la Quincuagésima graduación Ordinaria de la alta casa de estudios su rector,
Ángel Hernández, entregó los elementos de distinción a Domínguez Brito frente a
los 994 nuevos profesionales que recibieron sus títulosen la ceremonia
celebrada en el Salón de Actos de Sansouci.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEju82WfDMRLT5_Yks32xLGNhm-_5wxC0B3INz_AAhxpbJuIbN-lEB2lTiBGjtBdupfUsyDVyPZf33jE20BwunrR7_QCYVhDwrWECq5WyNpbrBt23tJsfVCroVPU_uFCaeFLF8A70SLLhEk/s400/2017-06-23-PHOTO-00005464.jpg)
También animó a los graduados a decidir el
camino que quieren recorrer. “Estoy
convencido, que en la vida todo es una decisión…es cuestión de elegir si
tomamos el carril fácil y nos acomodamos al sistema, al “dejar pasar”, a ver y
callar sin hacer nada, incluso convertirnos en cómplices de aquellos que marcan
profundas diferencias sociales y que permiten que la corrupción y la falta de
consecuencias se haga una norma. Pero por el contrario también podríamos
decidir si tomamos el camino empedrado y lleno de obstáculos, que implica
asumir un compromiso y enfrentar con valentía, decisión y coraje cada uno de
los retos que encontramos en los roles que nos toca jugar”, enfatizó.
Habló
sobre sus orígenes provincianos, las posiciones públicas que ha desempeñado,
como fiscal del distrito, senador, y dos veces procurador. “He estado cara a
cara con lo más perverso de la miseria humana. Pero también he sentido el
orgullo de batallar junto a personas, funcionarios, dirigentes y ciudadanos
íntegros que me hacen sentir honrado de compartir nacionalidad y de haber
parido las historias que nos marcarán toda la vida. ”, indicó.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7tQ9tanPNHlars2ZLUuZm1Fx1SY777hWQClQY1ZMkMaHjAymJSZwO-qk53sPfDvpIqy-j8buW6VyhsVM3UdPy3N-0c3GJrU7m9MzD6mzlD1Ww_Ieu5Rmt3MyAp_VqVkrev1YEOwsGJX0/s400/2017-06-23-PHOTO-00005468.jpg)
Dijo,
además, que una y mil veces es mejor morder el polvo por tropezar y caerse en
busca de cumplir nuestros sueños, que acomodar el espíritu a esa fría y
desabrida inercia, y la falta de decisión que nos tienta, nos acecha, que nos
invita rendirnos y naufragar.
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