Santo Domingo.- El
Ministro de Relaciones Exteriores, Miguel Vargas, consideró hoy que en los
actuales momentos se debe impulsar de manera más decidida los lazos que unen la
República Dominicana y Haití, las que dijo paradójicamente tienen una historia
similar y diferente, “pero codueñas de una geografía indisoluble”.
Los señalamientos
fueron externados por el Canciller dominicano al darle la bienvenida a su par
haitiano, Antonio Rodrigue, quien visita el país por primera de manera oficial,
ostentando el cargo, para analizar el nivel de las relaciones bilaterales
“ahora que nuestros vecinos han escogido democráticamente el gobierno que
regirá su Estado durante los próximos cuatro años”.
Expresó que así como
los pueblos dominicano y haitiano están unidos en el mapa insular, “también
debemos estarlo, con igual sentido de permanencia, en los propósitos
democráticos, en la convivencia pacífica, en el diálogo, en la búsqueda de
soluciones a los problemas que nos son comunes y, sobre todo, en la
cooperación”.
Recordó que su
primer viaje al extranjero, 14 días después de ser designado al frente de la
Cancillería, fue a Haití, reiterando que el desarrollo de Haití “es una
cuestión de seguridad nacional para la República Dominicana”.
Planteó además
que se debe mantener como meta conseguir que los haitianos accedan a una vida
más digna, “en sintonía con los ideales de libertad de quienes derrotaron a los
ejércitos imperiales”, lo que indica continúa siendo un gran desafío para la
comunidad internacional.
En ese tenor, Vargas
significó que sin ojerizas y alejados de sospechas, dominicanos y haitianos
deben embarcarse en la aplicación de programas efectivos que beneficien ambos
pueblos y se constituyan en un ejemplo de cooperación sur-sur.
Dijo que en la
ronda de conversaciones que hoy inicia con su colega, debe sucederle la
reformulación cuanto antes de la Comisión Mixta Bilateral, proponiendo un
programa de trabajo ambicioso, pero factible a corto y mediano plazo.
Al respecto, reiteró
que la República Dominicana está presta a participar en tareas tripartitas para
enfrentar tanto los problemas más urgentes en la zona fronteriza, como en
aquellas áreas que la nueva administración haitiana estime susceptibles de
recibir la cooperación internacional.
“No buscamos ser
protagonistas ni nos corresponde: simplemente queremos hacer efectiva una política
de buena vecindad y de esfuerzos conjuntos para acometer tareas que redunden en
beneficios reales para haitianos y dominicanos”, proclamó.
Señaló que el país
cuanta con una gran experiencia en el cultivo del arroz y en reforestación y
que en nuestras universidades se forman cada vez más agrónomos haitianos, “lo
nos ofrece, por ejemplo, posibilidades para la cooperación en el desarrollo del
valle del Artibonito” y que de las escuelas dominicanas de medicina, egresan
cada año decenas de médicos.
“Si a esto sumamos
los avances obtenidos en salud básica, personal médico dominicano podría
colaborar en instalaciones sanitarias, a lo largo del cordón fronterizo,
para atenciones primarias pre y posnatal y las tareas complementarias de
educación en el cuidado infantil, de manera que se sirva a las dos
poblaciones”, aseguró.
Precisó que
para ello se requeriría el apoyo internacional para suplir las instalaciones y
el equipo médico necesarios, pero que ya se ha avanzado en ese sentido y
obtenido ofertas que nos llenan de optimismo.
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