lunes, 31 de agosto de 2020

Procuraduría asume expedientes de corrupción de la Fiscalía del Distrito Nacional

 Miriam Germán Brito explica, mediante un auto, que los casos habían
sido trasladados a esa jurisdicción sin un parámetro razonable

SANTO DOMINGO (RD). La Procuraduría General asumió lainvestigación de varios expedientes de corrupción que estaban a cargo de

la Fiscalía del Distrito Nacional, como parte de una reingeniería enfocada

en la transformación integral de las indagatorias y los procesos relativos a

ese delito.

Al solicitar a la Fiscalía del Distrito el desapoderamiento y la devoluciónde los expedientes, la procuradora Miriam Germán Brito señala que los


 casos habían sido remitidos a esa instancia “de manera segmentada y sincriterio definido”.

 Añadió que las denuncias se enviaron de forma discrecional al Distrito y

sin seguir ningún parámetro razonable que lo justificara. Explicó que los

citados casos ameritan ser investigados siguiendo los mismos parámetros

objetivos elaborados por el Ministerio Público que encabeza para que

haya un procedimiento estandarizado.

Los expedientes incluyen la denuncia de corrupción contra funcionarios

del Instituto Nacional de Atención Integral a la Primera Infancia (INAIPI)

por violación a la Ley 155-17 sobre Lavado de Activos.

Además, el caso de corrupción administrativa de la Oficina Metropolitana

de Servicios de Autobuses (OMSA) que involucra a Manuel Rivas Faustino

y compartes, así como el del Consejo Estatal de Azúcar (CEA), encabezado

por Pedro César Mota Pacheco y compartes.

Otro de los casos se basa en una denuncia de Somos Pueblos contra José

del Castillo, por la supuesta violación a la misma legislación.

Los expedientes incluyen las denuncias presentadas contra Ricardo

Andrés Castillo Terrero por la supuesta violación a la Ley 155-17 sobre

Lavado de Activos y la Ley 340 sobre Compras y Contrataciones del

Estado, presentadas al Ministerio Público el 14 de julio y el 20 junio por el

abogado Guido Gómez Mazara.

También, las presentadas por el mismo abogado, los días 12 y 25 de mayo

de este año, así como el 26 de junio, contra Gonzalo Castillo y Helidosa

Aviation Group por supuesto enriquecimiento ilícito y violación a la Ley

340.

El procedimiento se trata de una avocación que se ampara en las

atribuciones que le confiere la Ley Orgánica del Ministerio Público (Núm.

133-11, del 7 de junio de 2011), la cual en su artículo 30, inciso 10, le

otorga al Procurador General de la República la atribución de “asumir,

por sí mismo o a través de uno de sus adjuntos, cualquier proceso penal

de acción pública que se promueva en el territorio nacional cuando lo

juzgue conveniente al interés público”.

“Esta avocación estará precedida de un dictamen motivado al efecto y

comporta el traslado la responsabilidad de la gestión del caso, no

pudiendo ser devuelto al Ministerio Público originariamente apoderado”,

dice el auto.

Recuerda que las investigaciones de corrupción requieren de una gestión

integral que permita disponer del capital humano y los recursos técnicos

indispensables para la persecución efectiva que demandan. En ese

contexto, recuerda que “realizar los procesos de investigación en varias

dependencias puede atentar contra el plazo razonable que se debe

observar por mandato de la ley”.

La procuradora general había pedido a la fiscal del Distrito, Rosalba

Ramos Castillo, mediante oficio del 25 de agosto, una lista de los casos de

corrupción que se encontraban en esa jurisdicción. 

Luego otorgó un plazo de 48 horas para su remisión ante la Procuraduría

General, en donde lo asumirá junto a un equipo de su gestión.

German Brito plantea que el Ministerio Público toma “todas las medidas

necesarias” con el propósito de “garantizar el cumplimiento efectivo de

uno de los objetivos más relevantes para el órgano de investigación de la

República Dominicana: perseguir con resultados eficientes los casos de

corrupción”.

Recuerda, en uno de su considerando, que la Convención de la

Organización de las Naciones Unidas (ONU) contra la Corrupción define

ese flagelo como “una plaga insidiosa que tiene un amplio espectro de

consecuencias corrosivas para la sociedad”. 

Cita a la ONU, además, en la aseveración de que la corrupción “socava la

democracia y el estado de derecho, da pie a violaciones de los derechos

humanos, distorsiona los mercados, menoscaba la calidad de vida y

permite el florecimiento de la delincuencia organizada, el terrorismo y

otras amenazas a la seguridad humana”.

Deplora que hasta el momento en República Dominicana los casos de

corrupción se hayan investigado y procesado siguiendo acciones aisladas

y sin las herramientas necesarias para instrumentar los procesos a la


altura de las acciones criminales complejas a las que pertenecen y que son

propias del crimen organizado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario