El Gobierno boliviano adelanta su decisión de restaurar los lazos con Irán, Venezuela, México, Cuba, Argentina y Nicaragua, congelados tras el golpe de Estado.
Con respecto a Irán, Mayta ha dicho que se buscará reabrir la embajada boliviana en la República Islámica, país con el que Bolivia estrechó sus relaciones amistosas durante la presidencia de Evo Morales (2006-2019).
El máximo diplomático boliviano ha enfatizado que, para impulsar la unidad en Latinoamérica, se debe “dialogar con la totalidad de las naciones”.
Por otra parte, Mayta ha criticado en duros términos la medida del gobierno de facto, encabezado por Jeanine Áñez, de congelar las relaciones diplomáticas con países amigos de Bolivia por órdenes de Estados Unidos.
Mayta también ha señalado que el gobierno transitorio de Áñez —iniciado tras el golpe de Estado contra Morales en noviembre de 2019—, en los 11 meses que estuvo en el poder, borró a Bolivia del mapa al provocar una tensión innecesaria y exagerada con diversos países.
Mientras que, según recuerda el ministro boliviano, durante el mandato del expresidente Evo Morales, líder del Movimiento al Socialismo (MAS), Bolivia era una nación “respetada y escuchada” a nivel internacional, por lo que ha asegurado que el Gobierno de Arce está trabajando para recomponer las relaciones dañadas del país andino con sus amigos.
El pasado 11 de noviembre, el nuevo presidente boliviano, Luis Arce, se movió rápidamente para restablecer los lazos con Irán y Venezuela al recibir las credenciales de los embajadores de ambos países, tres días después de que su partido socialista retomara el poder.
Tras su encuentro con el embajador iraní, Arce aseguró en un tuit: “Seguiremos fortaleciendo los proyectos comunes en beneficio de nuestros pueblos”.
Irán y Bolivia durante el mandato de Morales fortalecieron las cooperaciones en los terrenos económico, político y científico, creando una alianza en claro desafío a las sanciones y las injerencias de Estados Unidos.
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