En los últimos años, Canadá ha aumentado la venta de armas a Perú. Amnistía Internacional denuncia que son usadas por autoridades para reprimir.
La organización no gubernamental Amnistía internacional ha exhortado al gobierno canadiense dejar de enviar armas a Perú ante el indiscriminado aumento de víctimas por la represión militar y policial.
“A menos que suspenda inmediatamente las exportaciones de armas a Perú, Canadá corre el riesgo de facilitar más ataques mortales y racistas contra manifestantes y contra sus derechos a la libertad de expresión y de reunión”, ha asegurado la directora de AI para Perú, Marina Navarro.
La represión de las protestas, tras la destitución y posterior detención del expresidente Pedro Castillo, en diciembre de 2022, han dejado unos 49 muertos y más de mil heridos, añadió.
Las Fuerzas armadas y la policía peruana han implementado “de forma ilegítima y a veces indiscriminada fuerza letal y medios menos letales contra manifestantes, especialmente contra personas indígenas y campesinos y campesinas”, detalla Amnistía Internacional.
“Seguir vendiendo armas a Perú suscita preocupación por el cumplimiento por Canadá de sus obligaciones nacionales e internacionales en materia de derechos humanos”, insiste la ONG.
Pero la de este jueves no ha sido la única exigencia a Canadá, en marzo, luego de cumplirse 100 días de protestas contra el gobierno que desde el 7 de diciembre encabeza Dina Boluarte, Amnistía Internacional había enviado una correspondencia a la canciller Mélanie Joly, solicitándole suspender nuevos permisos de exportación de material militar a Perú.
Otawa exportó a Lima entre 2014 y 2017 cerca de 60 millones de dólares estadounidenses en equipamiento y tecnología militar.
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