Niños venezolanos marchan al frente de una protesta de la oposición gritando consignas mientras una mujer les pasa un fajo de billetes de 50 bolívares.
Menores de entre 12 y 16 años marchan al frente de las protestas callejeras encapuchados, sin camisa y con piedras en las manos; son parte activa de las escaramuzas alentadas por la derecha contra las autoridades. A sus cortas edades ya saben fabricar cócteles molotov y nadie sabe por qué están allí, publica este miércoles la revista venezolana Clímax.
En medios de comunicación favorables a la oposición han sido bautizados como “los niños de la resistencia”. Según varios medios, muchos infantes llegan “pidiendo algo de comer, andan descalzos y en muy malas condiciones de higiene”, por lo que se intuye que puede tratarse de niños en situación de calle.
La activista de derechos humanos y anteriormente Defensora del Pueblo, Gabriela Ramírez, advierte que “si se llega a determinar quiénes están usando a estos niños, las penas van a ser bastante altas porque nuestra legislación es severa”.
El artículo 32 de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (LOPNNA) fija claramente que ese sector tiene derecho a la integridad personal, lo que contempla “la integridad física, psíquica y moral”; los responsables de resguardarla son “el Estado, la familia y la sociedad”.
A este respecto, el secretario general de Gobierno del estado de Mérida, Gerardo Molina, denunció el martes la utilización de niños, niñas y adolescentes en las manifestaciones violentas convocadas por dirigentes de la oposición y por la autodenominada Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que fue evidenciada en los registros de inteligencia policial.
"Queremos denunciar el uso de niños en la obstaculización de las vías, esto es un acto grave e irresponsable de sectores de la derecha", dijo Molina en una rueda de prensa efectuada en la Gobernación de Mérida.
El secretario alertó del peligro al que se exponen los menores movilizados en este tipo de actividades convocadas por la MUD, que desde inicios de abril han dejado decenas de fallecidos, más de 700 heridos, al menos 1000 comercios saqueados y cuantiosos daños a estructuras públicas y privadas.
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