El expresidente brasileño Luiz Inácio Lul
a da Silva será candidato en elecciones presidenciales de 2022 y “muy posiblemente” las ganará, arroja un sondeo.
La cadena Hispan TV ha realizado una encuesta para evaluar la opinión de los usuarios sobre el futuro político del exmandatario de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), después de que el Supremo Tribunal Federal (STF) anulara las condenas en su contra, relacionadas a su supuesta vinculación con la operación Lava Jato.
Según los resultados obtenidos, desde el jueves hasta este sábado, 64,8 por ciento de los participantes en el sondeo asegura que el ex jefe de Estado brasileño participará en las elecciones presidenciales de 2022 y “muy posiblemente” las ganará, de modo que será el siguiente mandatario del gigante suramericano.
Asimismo, 18,9 por ciento de los encuestados piensa que Lula promoverá el cambio político en Brasil, guiando a nuevos líderes de la izquierda progresista. Además, otro 16,3 % prevé que Lula podría ser víctima de un nuevo caso judicial que lo inhabilite políticamente.
El miércoles, en su primer pronunciamiento después de la decisión de Supremo, Lula no aclaró si está dispuesto a encabezar una candidatura en los comicios de 2022 e hizo hincapié que aún no es el momento de pensar en posibles nombres, sino de buscar unidad en la izquierda.
“Estamos pensando en 2022, vamos a debatir si habrá un candidato de un frente amplio [de varios partidos de izquierda], si habrá un candidato del Partido de los Trabajadores (PT)”, declaró el expresidente.
El lunes, el juez Edson Fachin, del Supremo Tribunal Federal, anuló todas las condenas en contra del líder socialista, justificando que la corte que las dictaminó no era competente, por lo que nuevamente deberá ser juzgado por la justicia federal por presuntos recibos de sobornos.
Lula fue condenado en 2018 por corrupción y lavado como beneficiario de un tríplex en Guarujá (litoral de Sao Paulo) y estuvo detenido desde abril de ese año hasta noviembre de 2019 en la sede de la Policía Federal de Curitiba. Además, en 2020, fue condenado a 17 años en segunda instancia por supuesto recibo de sobornos de constructoras, relacionado con un sitio en Atibaia (Sao Paulo), a cambio de influir en la obtención de contratos en Petrobras. Lula siempre ha rechazado los cargos en su contra.
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