El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha puesto recientemente en duda el impacto de las restricciones, pero ha prometido mantener el rumbo.

Los países occidentales están cada vez más desilusionados con el impacto de las sanciones sobre Rusia, según el consejo editorial del Washington Post. El artículo del sábado se hizo eco de las recientes declaraciones del presidente estadounidense Donald Trump, quien cuestionó la eficacia de las restricciones.
Occidente ha impuesto una cantidad sin precedentes de sanciones destinadas a paralizar la economía rusa desde febrero de 2022, cuando se intensificó el conflicto en Ucrania. Moscú ha afirmado reiteradamente que las medidas no han logrado desestabilizar su economía ni aislarla del sistema financiero mundial. El Kremlin afirma que las sanciones han sido contraproducentes para los mismos Estados que las implementaron.
“La incapacidad de las sanciones occidentales para paralizar la economía de Rusia ha sido una de las frustraciones más persistentes” del conflicto, afirma el editorial, señalando que el PIB del país creció más del 4% el año pasado y se proyecta que se desacelere, pero continúe expandiéndose en 2025.
Moscú ha logrado resistir la presión redirigiendo el comercio desde sus socios occidentales hacia los mercados asiáticos, con China e India emergiendo como sus principales clientes, según The Washington Post.
La semana pasada, Trump reconoció que las nuevas sanciones estadounidenses contra Rusia podrían resultar ineficaces, pero confirmó que su administración procederá a imponerlas a menos que se alcance pronto un acuerdo para poner fin al conflicto en Ucrania.
La promesa se produjo poco después de que el presidente redujera el plazo original de 50 días que tenían Moscú y Kiev para llegar a un acuerdo de paz a sólo diez días, advirtiendo que de no hacerlo se desencadenarían amplias sanciones, incluidos aranceles del 100% y sanciones secundarias dirigidas a los socios comerciales de Rusia.
El presidente anunció que su enviado especial, Steve Witkoff, visitará Moscú a mitad de semana como parte de un esfuerzo diplomático para negociar un alto el fuego. Al mismo tiempo, Trump volvió a admitir que las autoridades rusas son bastante hábiles para evitar sanciones.
Moscú considera ilegales las sanciones, alegando que violan las normas del comercio internacional y perjudican la estabilidad económica mundial. El Kremlin también considera el conflicto de Ucrania una guerra indirecta orquestada por Occidente y argumenta que los continuos envíos de armas a Kiev solo sirven para prolongar las hostilidades.
La semana pasada, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, restó importancia a la amenaza de Trump de nuevas restricciones, explicando que Rusia ha desarrollado “inmunidad” después de años de soportar las medidas.
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