SANTO DOMINGO,Este
30 de Enero se celebra el Día de la No Violencia y la Paz, reconocido por la UNESCO en 1993, pero que venía celebrándose desde
el 1964 en conmemoración de la muerte de Gandhi, como Día escolar de la NO
violencia y la Paz. De igual forma el 31 de Enero es el Día Nacional de la
Juventud, en honor a San Juan Bosco, un sacerdote que dedicó su vida al trabajo
con jóvenes de las calles y
delincuentes de la Italia del Siglo XIX.
Desde sus inicios el Día de la No Violencia y la
Paz se celebra con el objetivo de promover la tolerancia, solidaridad, la
educación y cultura de paz, la armonía y el respeto a los derechos humanos en
las personas y las sociedades. La sociedad de hoy en día, sin embargo, tienen que batallar con un sin número de situaciones en su entorno, que muchas veces
conducen a frustraciones y desesperanzas en la juventud. Maltrato familiar, acoso escolar (bullying), violaciones y abusos sexuales, falta de oportunidades, uso problemático de sustancias, falta de identidad, depresión,
desempleo… Estos son los contextos en
que los y las jóvenes desarrollan su existencia.
Las
sociedades como estas han sido llamadas “sociedades estúpidas o poco
inteligentes”. Son sociedades que crean
más problemas que los que resuelven, fomentan la marginalidad y la violencia,
las diferencias de estatus, la injusticia, la desesperanza, y proponen valores contradictorios o perversos.
En la República Dominicana, hemos promovido,
auspiciado y tolerado, que la violencia, los malos tratos, abusos, violaciones
de derechos, se apoderen de nuestra sociedad. En ese sentido se ha constituido en una
“sociedad estúpida”. El fomento de una cultura del dialogo, para entronizar una
cultura de paz, pasa por una de educación para la paz, la tolerancia y el
respeto a todas las personas. Es evidente que estos preciados valores siguen
constituyendo desafíos urgentes en
nuestra sociedad, especialmente cuando vemos la atención que hoy se presta a
los y las jóvenes.
Es por eso que la conmemoración del Día de la No Violencia y la Paz y el Día Nacional de la Juventud respectivamente,
son fechas de especial significación para la sociedad
dominicana. Estas fechas desafían a
toda la sociedad que debe procurar para los más jóvenes un ambiente en el que
ellos y ellas puedan desarrollar sus capacidades, a la vez que se convierten en
entes activos para avanzar hacia una sociedad más humana e inteligente. Es también un desafío para la juventud
dominicana que no puede esperar a que la sociedad cambie. Los y las jóvenes son
el principal catalizador de los cambios en cualquier sociedad.
Sin embargo, el principal desafío es para las
autoridades que la sociedad elige para dirigir el Estado. Es tiempo ya de que
los ministerios de Juventud, Mujer, y Cultura, dejen de ser las cenicientas o
patitos feos. Es urgente replantear la inversión en educación, para no seguir
siendo de los peores en el Continente, y el mundo en cuanto al rendimiento de nuestros alumnos
y alumnas.
Durante los casi 43 años que tiene funcionando Casa
Abierta, ha estado comprometida realizando trabajos y proyectos con niñas,
niños, jóvenes y adolescentes. Ha desarrollado innumerables programas y
actividades que buscan contribuir al desarrollo de una mejor generación. Una
cultura para paz, la solidaridad y la
justicia no debe seguir siendo una aspiración utópica. Nuestro país necesita el
concurso de todas las personas e instituciones para lograr esta que es la aspiración
y el sentido de toda sociedad humana.
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